NIEBLA INTERIOR

NIEBLA INTERIOR
Todos buscamos de una u otra manera que se disipe

domingo, 25 de octubre de 2009

MIEDOS, ANGUSTIAS Y OTROS FANTASMAS

En mi ciudad hace unos años ocurrió un terrible suceso. Cuatro jóvenes de entre 18 y 20 años murieron en un accidente de coche, cuando iban a esquiar. En una rotonda, un coche los embistió y murieron los cuatro. Había un quinto joven, allegado a mí familia, que no pudo ir por cuestiones laborales. Trabajaba de mantenimiento y hubo una urgencia, por lo que tuvo que desistir muy a su pesar.
Pero a partir de aquí empezaron a acosarle los fantasmas. Que si yo hubiese ido ahora estaría muerto, que esto, que si aquello… además se estaba sacando el carnet de conducir, que lo necesitaba para ir a trabajar, y lo dejo, cogiendo pánico a los coches. Cada vez iba a peor, y se empezaba a temer por su salud mental. Como era un chico con el que yo había hablado algunas veces y me caía muy bien, decidí tomar cartas en el asunto.
Reconozco que a veces soy muy bruto, pero también estoy convencido de que un clavo (haciendo palanca) saca a otro clavo. Hablé con él y le dije´. Tus amigos han muerto por tu culpa. Tú eres un asesino. Evidentemente quedo grogy y con la cara desencajada, porqué además a mi me tenía bastante confianza. Le dije. Quieres hacerte mala sangre? pues adelante, yo te ayudaré.
Si tu hubieses ido no hubiera ocurrido el accidente, porque si en lugar de subir cuatro en el coche hubieseis subido cinco, habríais tardado unos segundos más, los suficientes para que el coche no os embistiera. Además, yendo cinco, en ciento y pico de quilómetros os hubieseis retrasado unos pocos metros. Resumiendo, seguro que ni hubieseis visto al coche que les embistió. O si lo prefieres, puedes dar la culpa a alguno de ellos, porque si en lugar de cuatro hubiesen ido tres, habrían adelantado, y no hubiesen impactado. Física elemental.
Entonces Ricard empezó a comprender, y se relajó de tal manera que su expresión se serenó. Sus angustias se esfumaron en un instante. Vio claramente que el destino sigue su camino, prescindiendo totalmente de nosotros. Estar en un lugar preciso, en un momento determinado y en unas circunstancias concretas. Me pregunto por qué no la tenemos más in mente, esta evidente realidad. Siempre dándole vueltas o lo que pudo haber pasado y no pasó. ( incluso con los amoríos)
Ricard se sacó el carnet de conducir, subió a los coches, y su vida volvió de nuevo a los parámetros más o menos normales (si es qué los hay)
Lo que tengo claro, es que si mi joven amigo un día tuviera un accidente (cosa que no quisiera por nada del mundo), no voy a culparme de haberle ayudado. Sería como si sus fantasmas me los hubiese traspasado a mí, cosa muy difícil, pues creo que los tengo muy bien exorcizados
.

sábado, 17 de octubre de 2009

LUJO EN LAS CUMBRES


Es excitante seguir a las mujeres en sus peregrinajes por los escaparates. Si quieres sentirte invisible, es precisamente en estos momentos. Simplemente no existes para ellas, y eso a priori, es bueno (gran sonrisa). Es su mundo, y se refleja en el brillo de sus ojos, siempre hermosos, porque a la mujer, en aquellos momentos, le brillan con un arco iris especial.
Creo que tienen una comunión perfecta entre ellas, los objetos y el lugar. Es un catalizador de buenos deseos. Es un santo grial que hace el gran milagro.
Contemplarlas en este estado puro es un privilegio, y cuanto más sofisticado es el lugar más hermoso es el espectáculo.
Por la decadente Saint Moritz, símbolo de un pasado opulento de Sorayas, Callas y magnates griegos, les ofrecen todo un abanico de sueños kitsch, sin posibilidad de retorno. Pero la imaginación no tiene límites y a los sueños nadie les puede poner puertas.
Quien no se rinde a los nuevos dictadores de la moda? Quien es capaz de llevar la contraria a tan endiosados personajes so pena de ser relegado al infierno de la vulgaridad? Y la mujer, adoratriz de dioses mundanos, no iba a ser menos.
Seguid así, mariposas con alas de cristal, que durante vuestro vuelo por los prados de la moda, nosotros podremos reposar bajo un frondoso árbol terrenal. Vigilaremos siempre, eso sí, que no caigáis presas de un entomólogo del diseño, y que con un cazamariposas mágico os haga prisioneras, ensartándoos el corazón con una aguja de plata, para mostraros en uno de sus rutilantes escaparates de neón.


Poderoso y atractivo imán...


































lunes, 5 de octubre de 2009

LOS MIL OJOS DE SAINT GALLEN


Saint Gallen la hermosa, la reposada, la acogedora.
Tiene un magnetismo fascinante en sus tribunas. Son centenarias, son inamovibles, son firmes. Debajo de algunas de ellas, hay los nombres de las distintas familias que las han habitado a través de centurias. Me siento observado por mil ojos del pasado. Esos corazones, que su única vista al mundo era el cristal de su balconera.
Yo sé que me atisban, porque para que me vean, hay que saber mirar y yo sé mirarlos. No me siento un intruso, porque creo que me esperaban. Quieren decirme cosas de sus vivencias, confesarse un poco con este curioso fisgón, que osa interrogarles con la mirada y que sabe de sus deseos, de sus temores y de sus anhelos…verdad que si?
Pero necesitamos estar solos. Los espíritus necesitamos la soledad para comunicarnos.

Me siento transportado a un mundo perdido pero hallado, en algún lugar de mí ser. Me dicen que también sufrían el mal del amor. Me dicen que sus ansias de escapar una y otra vez eran las mismas que las mías. Me dicen que eran infelizmente felices. Me preguntan cómo huir.
Lo siento, pero no puedo ayudaros. Los siglos no han solucionado nada. Lo importante queda sin resolver. La humanidad es ignorante y lerda en estos menesteres. Debéis perdonarme, pero lo único que podemos compartir, es la visión de nuestras miradas a través de los cristales.
Os prometo, os lo juro, que si un día se de nuestra liberación, vendré veloz a decíroslo y seréis los primeros en saberlo. Entonces subiré a una, mejor dicho a todas vuestras hermosas tribunas y bailaremos y bailaremos sin fin, hasta que el tiempo deje de existir…o que empiece uno nuevo.




























viernes, 2 de octubre de 2009

HIELOS, SIGLOS Y ALMAS


Hay dos seres que han decidido compartir su vida en el hielo milenario.
¿Qué empeño les ha inducido a hacerlo? Tengo la leve sospecha, que es para que se conserve inalterada su atracción, su sentir, su proximidad y su deseo. Son valientes, obcecadamente osados y seguros; como su amado témpano.
En las largas noches de invierno, a miles de metros de altura ¿cómo debe ser su convivencia? Dos cuerpos en uno, hasta tal punto que los latidos de sus corazones se acompasen y solamente se escuche uno, fundiéndose y cristalizando ambos en un translucido ser. ¡Dios mío! creo que cuando se habla de la utopía del cielo, debe referirse a ese momento. Qué valor pueden tener las cosas temporales, para estos dos ángeles de las frías alturas.
Torbellinos de pensamientos son los que me asaltan, cuando descubro estas realidades. Envidia tengo de su condición, y tristeza hallo, en mi rutinario y abúlico bienestar.
Pensé en preguntarles cientos de cosas, pero desistí. No quise destruir su sentir, con estúpidas preguntas mundanas, que ni ellos comprenderían ni yo entendería.
También sospecho, mejor dicho, lo sé cierto, que si un día descubren que comienza a apagarse su deseo, se fundirán en un último abrazo y pasaran a formar parte eternamente, de su amado y gélido paraíso.

jueves, 1 de octubre de 2009

Algunas veces , el viento del sur es frio

Contra todo pronóstico, contra todas las leyes de la naturaleza, este céfiro, a veces suspira frialdad.
A mí no me extraña.¿ Para que sorprenderse, si a veces las cosas no son como deben ser ?.
¿Y cómo deben ser las cosas?. ¿Debemos ser uniformes, debemos regirnos todos y siempre por el mismo patrón?
Gracias cálida brisa, por ser tan afín a mí sentir. Si pudiera, te elegiría como eterna compañera para que me ayudaras a volar a contracorriente y que con tu desacostumbrado y gélido aliento, torcieras todo el orden en mil direcciones.
Sé que tendrías muchos seguidores, dentro de tus remolinos. Percibo a una amiga de las brumosas tierras celtas, que se ataría a uno de tus torbellinos, para que la arrastraras hacia el muy oculto reino de sus deseos, siempre diferentes, siempre contradictorios, siempre esperanzadores.
Pero, ¿cómo romper las ataduras? Es fácil desearlo, pero difícil hacerlo. Tenemos el lastre de nuestra condición y aunque tu fuerza es poderosa, quizás no puedas quebrar tan fuertes y pesadas cadenas.
Gracias de todas maneras, viento del sur, lejano amigo, por darnos esperanzas y poder pensar que un día te henchirás como el más poderoso ciclón, y despedazarás en infinitos pedazos las losas que nos aplastan, y no dejan que te sigamos.